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Experiencias Farm House en la Argentina

Por Christian Hancen de @lafiebredellupulo


Estas semanas intercambiamos opiniones y conocimiento con dos referentes, que por experiencias y ponencias, saben mucho en materia de Farm House. Antonio González Ruíz de Cervecería Feroz Panamá y Filipi Araujo de Cervejeria Rural Zapata Brasil.





Antonio define al Farmhouse como una cerveza de granja, donde los cereales, el lúpulo y la levadura siempre van a estar en armonía. Pensada en su variable histórica como una cerveza que usaba solo ingredientes locales de la granja, incluyendo cebada y cereales como trigo, avena o centeno que se malteaban en la misma granja. Y en su variable sociocultural como una cerveza para celebrar y disfrutar en comunidad, para saciar la sed y para celebrar el fin de la jornada laboral.


Es interesante pensar la concepción latinoamericana en función de las propias experiencias que fueron surgiendo en diferentes países. Pensar en FarmHouse en el siglo XXI nos invita a incluir conceptos relacionados con el desarrollo sustentable, la reutilización y cuidado de los recursos, con la producción orgánica (versus la agricultura latifundista y transgénica), el consumo sostenible y responsable, etc. En parte muchas de estas experiencias están enmarcadas dentro de los movimientos antiglobalización.



En la Argentina contamos con varias experiencias del género.


LITORALEÑA es una fábrica de cerveza artesanal rural, ubicada en la provincia de Entre Ríos entre las ciudades de San José y Colon, sobre la costa del río Uruguay.

Nace en el año 2012 dentro del restaurante Río Místico hoy actual bar de la marca; en el puerto de Colón donde su chef y propietario comienza a compartir su cerveza con clientes y amigos, y gracias a la aceptación de los mismos este proyecto que comenzó como hobby fue creciendo para dar inicio a su primer planta de elaboración de 250 litros batch.

Litoraleña se caracteriza por elaborar una amplia variedad de estilos desde cervezas clásicas, de trigo, ácidas, de fermentación en barricas, cervezas con frutas y productos de la zona (algunas de las cuales son de cultivo propio) y una amplia variedad de ipas, entre otras.


Desde el año 2018 la fábrica se mudó a un espacio más grande y allí comenzaron con el proyecto y ejecución de agricultura auto sustentable, ecológica y orgánica que prioriza el medio ambiente reutilizando el agua cervecera para riego, el bagazo para alimento de animales y otros subproductos para la elaboración de abonos y sustratos.

La fábrica se encuentra en el predio de una hectárea el cual destina un 50% de su superficie al cultivo de una amplia variedad de vegetales y frutos entre los cuales se destacan tomates de genéticas muy variadas, pimientos, ajíes, chiles, zapallo, calabaza, pepinos y pepinillos, rúcula, lechuga, acelga, remolacha, papa, batata, cebollas y varias especies de berries, lúpulos variedad victoria; siendo toda esta producción libre de agroquímicos y pesticidas.

Estos productos se utilizan en la elaboración de cervezas, en el bar y próximamente en su propia línea de delicatessen gourmet orgánicas.


En la Patagonia argentina en la ciudad de Trevelin Chubut, tenemos la experiencia de la CERVECERÍA AGRÍCOLA PATAGONÍCA EUTHÒPIA.

El proyecto surge de la mano de Tomás y Davide. Tomás, gran cocinero autodidacta, y viajero, decidió irse de Chacarita en CABA e ir a vivir a Trevelin en 2013 con el proyecto de formar una familia con su compañera y poner en movimiento una chacra de cultivos orgánicos: comenzó con dé frutos rojos (frambuesa, cassis, corinto, frutillas). Davide llegó a Argentina en el 2015, mochileando desde Lombardía, Italia, y aprendió el arte de hacer cerveza en El Bolsón. Davide y Tomás se conocieron en Trevelin, mientras Davide hacía un voluntariado en una chacra vecina a la de Tomás. Trevelin fue el punto de encuentro.



Hoy cuentan una fábrica que está compuesta por un depósito para almacenar insumos, una sala de molienda, bloque de cocción inoxidable de 300 litros, con fermentadores cilindro-cónicos con temperatura controlada, una cava en donde guardan botellas y barricas que reposan a temperatura y humedad controlada, una cámara fría y un espacio para venta directa al público.


Entre su producción hay cervezas de guarda, fuertes, fermentaciones con frutas son sólo algunas de las 12 variedades. Cerca de la mitad de la producción está destinada a la venta local, en bares, restaurantes y almacenes. La otra mitad se vende embotellada a todo el país.

Utilizan insumos locales, según la estación, y creen que el cooperativismo entre la gente de la región, productores de hortalizas, miel, cereales, té, especias, vino, etc. es el camino.

Empezaron a elaborar cervezas no pasteurizada ni filtrada, con granos crudos locales, fruta fina de su chacra, lúpulos nacionales y el agua de la Cordillera. Quieren producir, cuidando el planeta, generar un producto autóctono que respete la vida. Varias de sus cervezas usan casi el 100% de insumos agro ecológicos y reutilizan agua y bagazo. También plantan y cosechan sus propios lúpulos agroecológicos.



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